En este capítulo vamos a tratar con dos formas de como satanás procura desviar al creyente hacia el pecado. Una manera es haciéndolo sumamente atractivo y otra es persuadiendo a los creyentes de que sus pecados son muy pequeños y sin importancia. Primero, el diablo engaña a los creyentes haciendo el pecado algo atractivo, natural y de apariencia normal y aceptable. El pecado casi siempre se disfraza con esta apariencia. Quizás muchos creyentes se fijen demasiado en su propia apariencia,
Page 9